Garra, ganas y creer en la victoria, sin importar
el color de la camiseta rival. Así llegó la selección Vinotinto a Argentina, para afrontar el Sudamericano Sub17, que
otorga 4 cupos a la cita mundialista.
El 24 de abril de 2013, entrará a los libros de
historia del fútbol criollo, como el día en que Venezuela clasifica por
primera vez en su historia al mundial de la categoría sub17.
Los muchachos dirigidos
por Rafael Dudamel, armados de tenacidad y mucho coraje, salieron la tarde del miércoles, a buscar el ticket que los
llevara a los Emiratos Árabes Unidos.
Contra Uruguay mostraron rapidez, control del balón
y gran movilidad en el medio campo. La vinotinto
llegó con facilidad al arco contrario. En ocasiones hicieron ver a los charrúas muy
mal parados. Física y mentalmente, fueron superiores a su rival. Contragolpes
importantes y una resistencia que serían determinantes en los minutos finales.
Aunque los uruguayos se adelantaron en el marcador,
al minuto 41, por intermedio de Franco Acosta, aprovechando una de las pocas
fallas de la defensa criolla, los venezolanos no bajaron el ritmo, y en el
segundo tiempo entraron a buscar el resultado que los llevara a la fiesta en los Emiratos.
A diez minutos del final del partido, aparece la mejor jugada colectiva del seleccionado nacional. Una combinación entre
José Hernández y Eduardo Maceira, termina con un remate impecable del
goleador del torneo, Andrés Ponce, para poner el ansiado empate en la pizarra,
invitando a todos los venezolanos a celebrar la hazaña lograda por estos jugadores que dejaron todo lo que tenían en la cancha para buscar su clasificación al
Mundial.
Con el pitazo final, la Sub17 le entregó a todo un
país la posibilidad de llorar, reír, gritar y creer que, no importa lo que suceda,
el sentimiento Vinotinto se lleva en la sangre, no tiene distingo de edades ni ideologías, credos o razas.
En el Mundial Emiratos Árabes Unidos, sonará el
“Gloria al Bravo Pueblo”, ondeará el tricolor nacional, y 30 millones de
venezolanos alentaremos a este grupo de gigantes, quienes son el futuro del
balompié venezolano.
De mi parte - y estoy segura que de parte de
millones - aplausos de pie para esta selección, quien de la mano de un gran
técnico como Rafael Dudamel, le demostraron al mundo que el fútbol se mueve al
ritmo del joropo. Se fueron a Argentina con una esperanza entre manos, y regresan como héroes nacionales, protagonistas de una nueva página del libro de
historias del deporte vinotinto.