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miércoles, 31 de julio de 2013

Campeones a pedal y bomba

Uno pensaría que la palabra campeón supone un poco más que la adjudicación de un torneo. Quizás no mucho, claro… pero sí por lo menos el respeto de las personas que lucharon arduamente junto a ese equipo o jugador por obtener ese título, así como de quienes se encargaron de organizar dicho campeonato. En fin, cuando un equipo es el campeón de tal o cual torneo, merece ser tratado como tal. ¡Se lo ha ganado!

En un país donde vivir situaciones engorrosas está a la orden del día, y cada quien posee un ticket en mano esperando su turno, el deporte no queda por fuera. Ya bastantes ejemplos nos ha dado el tiempo.

Sin embargo, lo vivido por el Deportivo Anzoátegui para poder llegar a Quito y cumplir con su compromiso en Copa Sudamericana ante el Independiente del Valle ha sido uno de los episodios más absurdos de nuestro fútbol venezolano.

El DANZ, campeón del Torneo Apertura del fútbol nacional pasó las de Caín para poder salir de Venezuela y llegar a su destino en Ecuador.

El plan inicial era que los orientales llegaran al país andino el día martes, para aclimatarse y prepararse de cara al encuentro que significa el debut del equipo venezolano. Todo bien –en teoría- pues lo que se suponía iba a ser un viaje tranquilo y cómodo para el equipo de Anzoátegui, se convirtió en una odisea.

Luego de muchas modificaciones en su agenda de viaje, el DANZ todavía se encontraba en suelo venezolano (Maiquetía) hoy miércoles 31 de julio en horas de la mañana, donde un vuelo chárter los llevó a Guayaquil, y de ahí se dividieron en grupos para tomar un avión y llegar a Quito, para después llegar finalmente a la ciudad donde se disputará el encuentro. ¡Uno lee este itinerario y se cansa!

Con todo esto, el equipo venezolano deberá saltar al terreno de juego y dar lo mejor para sacar un buen resultado que les permita permanecer en el torneo.

Esto es simplemente una locura. ¿Cómo es posible que situaciones como estas pasen en nuestro fútbol? ¿Cómo afrontar de forma competitiva un partido en un torneo internacional, si vienes perdiendo desde que sales de casa? Porque el factor cansancio influirá, el estrés de semejante periplo tendrá impacto en el desarrollo del juego y el rendimiento de los jugadores.

Una vez más se le notan las costuras a la organización, tanto de la Federación como de la directiva del equipo. Ver todo lo que ha pasado el Deportivo Anzoátegui para llegar a su destino le hace pensar a uno que tal avance del fútbol nacional no es tanto como se dice.

El incidente con el DANZ sólo demuestra que, aunque en la superficie haya una leve mejora, seguimos atrapados en las viejas y descuidadas prácticas gerenciales de nuestro balompié. Así, imaginar un fútbol moderno y avanzado, desde todo punto de vista, es una simple utopía.

¿Lo peor? Vendrán miles de críticas si el equipo pierde, porque cómo puede ser posible que los equipos venezolanos no respondan en los torneos internacionales. Será ese momento, donde me invadirá la risa nerviosa como de quien no puede entender que todo lo que aquí se vive es cierto.


Ojalá que el DANZ logre un buen resultado. Digo, al final del día la gente ama las historias de los héroes que superan miles de obstáculos y triunfan. Veremos cómo termina esta película. 

miércoles, 17 de julio de 2013

Con la bandera blanca en mano...

La terminología bélica no es mi fuerte. No por desconocimiento del tema, sino porque constantemente estamos tan rodeados de ella que automáticamente mi sistema rechaza adoptarla como parte de mi vocabulario, y en general como parte de mi vida.

Sin embargo, no puedo decir lo mismo de la situación que atraviesa Venezuela, donde sin estar en guerra vivimos en un conflicto casi bélico día a día. Una sociedad plagada de desdenes, gritos, irrespeto pero en especial, de apatía. Tanto de administrados como por parte de quienes nos administran. Una realidad poco simpática, si me preguntan.

El deporte es de las poquitas cosas neutras que tenemos los venezolanos para el disfrute, para despejarnos de la cotidianidad avasallante, de una situación política, económica y social que agobia hasta al más zen. Es un refugio, en el buen sentido de la palabra, para compartir en familia, con amigos y hasta con desconocidos. ¡Es un regalo, sin duda!

El pasado lunes, la Liga Profesional de Baloncesto venezolano conocería a su campeón para la temporada 2013. Cocodrilos de Caracas y Marinos de Anzoátegui, dos de los equipos más emblemáticos en el país estaban listos para disputar el séptimo y definitivo juego de la serie final, en el gimnasio Luis Ramos de Puerto La Cruz.

Desde hace más tiempo del que quisiera recordar, la violencia se coló como quien lo hace a una fiesta sin invitación, a las citas deportivas que se llevan a cabo en el país. ¿Con qué derecho puede llegar ella a dañar ese espacio poco contaminado, y mancharlo con su odiosa presencia? No hay respuestas.

La noche del lunes, la conocida Caldera del Diablo fue una verdadera caldera pero del desastre. Todo empezó muy temprano, alrededor de las seis de la tarde, cuando un grupo de personas forzó una entrada del gimnasio. ¡Parecía una película hollywoodense! Irrumpieron en las instalaciones del recinto deportivo. ¡A lo macho! ¿Y los funcionarios encargados de resguardar la seguridad de la gente? ¿Qué pasó con ellos? ¿Quién explica el porqué no estaban ahí cuando se les necesitaba?

Llegaría la tensa calma que permitió iniciar el partido, pero a todas luces se veía que las condiciones de seguridad no estaban dadas para jugar. Se avecinaba la tormenta, lo podías percibir en las gradas, en el aforo que se quedó pequeño, en la actitud de la gente y en la poca presencia de efectivos de la Guardia Nacional, así como el cuerpo de seguridad privada que estaba dentro del gimnasio.

Transcurrió el encuentro, y cerca del final llegaría el punto cumbre. A falta de unos escasos 3 segundos para finalizar el partido, Marinos estaba abajo por tres puntos, y una pérdida de posesión de balón desató la locura en La Caldera. Una ráfaga de botellas comenzó a salir de las gradas. Padres corriendo tratando de refugiar a sus niños del infierno que se había prendido. Menores con la sangre corriendo por el rostro. Jugadores huyendo de la cancha. Periodistas bajo sus mesas de trabajo.

Volaron sillas, pedazos de vidrio, vasos, golpes… Voló la decencia y la civilización para darle paso al reino del caos, a la desestabilización, a la voz que reza aquí sobrevive el más malandro.

El embajador del papita, maní y tostón, Pepe Delgado Rivero, quiso apagar el fuego y utilizó gasolina para ello. Apelando al fanatismo más absurdo, culpó a los árbitros de fallas y decisiones que, a su juicio, estaban erradas. Un mal mensaje, en el peor momento posible.

¿Qué estaba pasando? Miraba desconcertada, asombrada y tristemente acostumbrada. En ese lugar, donde la gente va a disfrutar reinaba la violencia y el desastre del que huimos a diario. Imperaba la desorganización, la improvisación. En ese pequeño lugar veía reflejado el profundo problema social y cultural que tiene todo un país.

Quedaba al descubierto la poca eficiencia que ha mostrado tanto la Liga como los dueños de equipos para lograr proporcionarle al público la tranquilidad que merecen a la hora de visitar un recinto deportivo. Habían fallado. ¡Una vez más, fallaron!

Estamos instalados en un país lleno de causas, de acciones fuera de la ley donde la gente no es que cree, sino que está plenamente convencida que puede hacer lo que desee porque en esta bella Venezuela no hay consecuencias. Y no, no exagero. De existir sanciones ajustadas, fuertes, que muestren cero tolerancia a los hechos violentos, lo del lunes no habría pasado.

Me rehúso a creer que la violencia nos gane en cualquier terreno. Es hora de hacer frente a ese pequeño grupo de violentos que parece ser más grande de lo que dicen, porque está metido en todos lados.

Si quienes deseamos vivir tranquilos, disfrutar de ese regalo que significa el deporte para los venezolanos, de verdad somos más, si quienes queremos frenar a los desadaptados estamos por encima, entonces es hora de mostrarnos porque todo parece indicar que la mayoría no está con nosotros.

Este es un grito de impotencia, de coraje, del dolor que me da el ver que cada aspecto de nuestras vidas está invadido por el descontrol social en el que estamos sumergidos.

¡Basta. Ha sido suficiente!


@beaneyvi 

lunes, 15 de julio de 2013

DESDE LAS GRADAS: ¡Ponte los patines!

Por Maiskell Sánchez @maiskell

-El 22 de Octubre de 2012 fue un día muy triste para mi. Me pidieron la renuncia del colegio en donde por trece años fui coordinador de Hockey. Eso de que lo renuncien a uno, es como cuando reúnes plata para comprarte un par de patines y cuando llegas a la tienda, te das cuenta de que cuesta el doble y no puedes comprarlos. Todo el esfuerzo, se reduce a cinco palabras: No necesitamos más tus servicios.

Quien así habla, es Juan De Dios Singer, Director Técnico de la Selección Venezolana de Hockey sobre patines en línea. No dudo en preguntarle si lloró ese día –no imagino su cara con lágrimas, ya que tiene una sonrisa permanente.

 -No lloré, pero si fue muy triste. -¿A quién llamaste? Le pregunto- A mi mamá, quien me dijo que me quedara tranquilo, que ella me apoyaba para montar nuestra propia cancha en un espacio que encontráramos.

¿Qué pensabas en esos momentos?

En todos los alumnos que pasaron por mi entrenamiento, los que quedaban en ese momento… la generación de relevo que estaba preparando… que no podía dejar el trabajo realizado, a mitad de camino.

¿Qué hiciste?

Como mi cancha se encuentra en el colegio, para no perjudicar los entrenamientos de la Selección Nacional, decidí aceptar mi renuncia y seguir trabajando por mi deporte y por el compromiso que tenía con mis muchachos, y lograr sacar la segunda Selección Nacional como Director Técnico y ¡aquí estoy!

¿Por qué pasó todo esto?

Ese mes, me fui al campeonato de Fort Myers en Florida por cuatro días y luego quería hacer una clínica que es muy importante, en Palm Beach, también en Florida, por diez días, pedí permiso, no me lo dieron, me quedé y ahí comenzó el problema.

Pero los problemas no vienen sin solución –excepto la muerte o alguna que otra calvicie- y ese final, lo que hizo fue impulsar a Juan De Dios, para que pusiera todos sus esfuerzos en seguir con la selección y trabajar en la pasión de su vida que comenzó en 1995 en el país, como una fiebre de andar en patines en línea.

En 1996, una tienda deportiva logra reunir dos equipos (dos categorías: una adulta y otra infantil) para que participaran por primera vez en el campeonato Internacional Break Out en Florida, Estados Unidos. En 1996, se inaugura el primer patinódromo, en el estado Carabobo, donde se realiza un campeonato internacional, con Brasil, Argentina y Colombia.

Lo que comienza como una diversión de andar en patines en línea, va encontrando lugar en el deporte y va luciendo el tricolor en distintos eventos internacionales. Me sorprendí cuando vi la lista de competencias de Hockey sobre patines en línea donde Venezuela ha participado, comparto algunas con ustedes, para que se asombren al igual que lo hice yo:

2002: Sudamericano de Clubes en Bogotá-Colombia
2003: Sudamericano en Argentina
2004: Sudamericano en Brasil
2005: Sudamericano en Brasil
2006: Participación en el torneo NARCH, el más importante de Canadá y Estados Unidos, logrando clasificar a la ronda final y quedando de 10mo entre los mejores 22 equipos de los Estados Unidos
2008: Primer campeonato del mundo, en Dusseldorf, Alemania, quedando en la posición 18
2009: Segundo campeonato del mundo, en Varesse, Italia, quedando en la posición 16
2010: Tercer mundial en Beroun, República Checa, manteniendo la posición 16
2011: Cuarto Mundial en Rocarasso, Italia, logrando la posición 14
2012: Quinto Mundial en Bucaramanga, Colombia, manteniendo la posición 14

Son catorce equipos venezolanos, con nombres tan variopintos como Cannibals, Vikingos, Cevaros, Caboclos, Dragón, Indios, Gladiadores, Coyotes, Escorpiones, Pirañas, Bolívar, repartidos en diferentes estados de nuestra geografía.

Juan De Dios me va contando su proyecto tan lleno de entusiasmo que dan ganas de ponerse unos patines, pero me temo que me vería como Bambi cuando nació.

En este momento, nos estamos intercambiando mensajes de Whatsapp, porque él está en Huntington Beach, California, con la Selección Venezolana en el Mundial de Hockey sobre patines en línea que comenzó ayer 14 de Julio,  y quiero que me cuente y me contagie de esa buena energía. A las 8.15pm de hoy (hora venezolana) nuestra selección se enfrenta a Nueva Zelanda. Es el primer juego en el cual vamos a participar. El 21 de Julio, se termina el Mundial, y Juan De Dios, ya tiene agenda para otras competencias.

Algo termina y otro sueño comienza. La renuncia le sirvió para que se abrieran otras puertas, para que en verdad ¡se pusiera los patines!


                             Nuestra Selección Nacional. 

Las injusticias del tiempo...

No importa lo que hagamos. Nada es más inclemente y duro que el paso del tiempo. No distingue edad, color, credo ni profesión. Pasa tan lento y tan rápido que es difícil darse cuenta de cuánto ha transcurrido hasta que quizás es muy tarde como para remediarlo, para hacer algo al respecto.

Crecer suele ser algo doloroso. Hermoso, sí… pero doloroso. Y en el mundo del deporte, el paso del tiempo pasa facturas que no deseamos ver, pero que están presentes. No se pueden evadir.

En la temporada 2013 de las Grandes Ligas, el equipo de los Yankees de Nueva York vio plagada su nómina de peloteros lesionados. Desde A-Rod, pasando por Francisco Cervelli, hasta el mismo Curtis Granderson. Sin embargo, una de las bajas más sensibles para los Bombarderos del Bronx, es sin duda la de su capitán, Derek Jeter, por el peso que tiene sobre sus hombros, la historia que lo acompaña, lo que representa para un equipo tan emblemático como New York, fue un golpe duro para el equipo de la Gran Manzana y su afición.

El eterno #2 de los Yankees, quien sufrió una fractura en su tobillo el pasado 13 de octubre y fue sometido a una cirugía, se vio forzado a ver los juegos de su equipo desde casa. Su debut en la presente campaña fue pospuesto hasta la noche del jueves, cuando después de muchos meses de espera y rehabilitación, Jeter hizo acto de presencia en el Line up de los mulos del Bronx por primera vez en la actual campaña del mejor béisbol del mundo.

Todos los ojos del mundo: fanáticos, analistas deportivos, reporteros, amigos y hasta desconocidos de la pelota estaban puestos en el retorno del capitán. ¿Su entrada? Magistral, como sólo él sabe hacerlo. Un imparable tras ver el primer lanzamiento ante los Kansa City Royals, dejaba en evidencia que el experimentado pelotero llegaba para quedarse. O así creíamos.

En el octavo inning, Jeter fue reemplazado por presentar lo que al principio se diagnosticó como tensión muscular. El capitán volvía a prender las alarmas.

El viernes en la mañana, Brian Cashman informó que tras el debut de 8 innings y una ronda de resonancia magnética, Derek Jeter presenta un tirón de primer grado en el cuádriceps derecho y no verá acción sino hasta después del Juego de las Estrellas, y dependiendo de su evolución.

Al grandeliga de 39 años, lleno de determinación, de lucha y fuerza, quien siempre está mentalmente listo para el juego, su cuerpo puede estar informando que mente y cuerpo deben estar en sintonía antes de entrar al terreno de juego. ¿Fue apresurado el debut de Jeter? Recordemos que sólo vio acción en cuatro juegos de “rehabilitación” antes de retornar a la alineación estelar de los Yankees.

La carrera de Derek ha estado plagada de gloria, un desempeño increíble, y un camino directo al Salón de la Fama en Cooperstown, pero la edad no perdona. Hablamos de alguien que ha estado en alta competición desde hace 18 años, cuando debutó en la gran carpa.

Y ojo. Con esto no digo que se acerca su retiro, o que es menos efectivo ahora que cuenta con 39 años de vida. Es uno de los mejores peloteros de la historia y en eso no hay duda, pero no es descabellado analizar que su cuerpo puede estar mandando señales del paso inclemente del tiempo, lo que debe ser atendido no sólo por el jugador sino por el cuerpo técnico de los New York Yankees.

Sé que aun queda mucho por ver de Derek Jeter en las Grandes Ligas. Esperemos que esta nueva lesión evolucione favorablemente, y sea un alerta importante para empezar a entender que el brillante capitán también es un ser humano víctima del odioso e implacable paso del tiempo.