No hay una hazaña más difícil de conquistar en el
mundo del béisbol que un juego perfecto. Pararse en el montículo, y retirar de
forma consecutiva a 27 bateadores requiere no sólo de estar afinado en tus
lanzamientos, sino que la defensa de tu equipo esté al tope de su capacidad. El
mínimo pestañeo puede hacer que la magia se termine, dejando en evidencia que
conseguir la tan anhelada joya para un pitcher siga estando en la libreta de
“Cosas que deseo hacer”.
Yu Darvish, uno de los mejores pitchers de la gran
carpa, se vio cara a cara con el destino. Durante 8.2 innings de labor, logró
silenciar los bates de los Astros de Houston, y un solo out lo separaba de
conseguir el juego perfecto Nº 24 en toda la historia de las Grandes Ligas.
Mostró tener sangre fría, mucho temple. Hizo
lanzamientos que desafiaban la presión del momento. Creo que nadie dudaba en
que el nipón lograría conquistar el preciado juego perfecto.
Sin embargo, a la caja de bateo llegaría Marwin
González. Un venezolano que, ante el mágico momento que vivía el japonés en la
lomita, demostró que la perfección es difícil de conquistar, y para quebrarla,
sólo hace falta creérselo y darle con confianza.
Se negó a convertirse en el out 27 que le entregara
la joya de la corona a Darvish, y aprovechó que el lanzamiento del pitcher de
los Rangers de Texas se quedó un poco alto, para conectar un imparable al
jardín central, significando el fin de la excepcional labor del japonés.
No es la primera vez que un venezolano termina con
el sueño del juego perfecto de un pitcher. César Tovar ya estaba acostumbrado a
hacerlo. Era la pesadilla de cualquier lanzador que estuviese labrando un
perfecto o un no hitter. No por algo mantiene el record de haber roto
los intentos de esas dos proezas. Lo hizo en cinco oportunidades. Así como lo
leen… CINCO. ¡Abusador, pues!
Muy al estilo de Tovar, Marwin González bajó de las
nubes a Darvish, y lo devolvió al terreno de juego, haciéndonos recordar porqué
sólo existen veintitrés hombres en la historia con un Perfect Game en el bolsillo.
El último en lograr quedarse con la gesta, fue El rey Felix Hernández. González se
convierte en el último – hasta ahora – en romper el cristal de la perfección.
¡Vaya forma de ganarse el protagonismo la de estos venezolanos!
¿Lo mejor de todo? Solo van tres días de esta nueva
temporada de Grandes Ligas. Así que, definitivamente, en este 2013 vienen cosas
fantásticas el mejor béisbol del mundo. ¡Que siga la fiesta!
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