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martes, 26 de junio de 2012

La Euro entra en su etapa final

El torneo más importante del viejo continente, a nivel de selecciones, está llegando a sus últimos días. La mirada de millones de personas y la presión que conlleva el dar el paso para llegar a la final, están en los integrantes de los mejores cuatro equipos de la competición: Alemania, Italia, Portugal y España.

Este miércoles 27 de junio, comenzarán las semifinales de la Eurocopa con un partido que dejará mucho para hablar, y sin duda, representará una enfrentamiento que no dará lugar ni espacios para los errores.

Repasemos y analicemos un poco el primer encuentro que se llevará a cabo en esta instancia de la Euro.

España – Portugal:

El equipo dirigido por Vicente Del Bosque tiene en sus hombros el peso de revalidar el título que lograron hace cuatro años y así dar a entender a todos que siguen siendo los mejores del mundo.

La actuación de La Roja a lo largo del torneo europeo ha dejado a más de uno con un extraño sabor de boca, una sensación de rareza. El típico “ganan pero no convencen”. Ya el conocido tiki taka que tantos frutos y glorias le ha devengado a España resulta un poco predecible, por decir lo menos. Sin embargo, no debe descartarse a esta gran selección. El manejo y posesión del balón es una de las marcas registradas del conjunto español.

Quizá Del Bosque salga nuevamente sin un punta de lanza o nueve a la cabeza del ataque, confiando en su medio campo, el cual es manejado de forma magistral por Xabi Alonso, Iniesta, Xavi y hasta el mismo Busquets, quienes se encargan de preparar las jugadas para llegar al arco rival. El popular rombo y la triangulación, los toques de primera, y la filtración de pases, serán fundamentales para batir a la defensa lusa.

Una de las asignaturas pendientes de los campeones defensores, parece ser la última línea. La ausencia de Puyol se ha hecho sentir notablemente en el juego de la furia roja, y en el partido contra los portugueses tendrán la responsabilidad de frenar las entradas de Nani y Cristiano Ronaldo. ¿La gran ventaja? El Fantasma de Zamora. Iker Casillas, el capitán y portero de España, ha sido una de las figuras más sobresalientes de su equipo y su salvador, en más de una ocasión.

Sin duda, si quieren repetir el título de este campeonato, deberán hacer un gran partido. Tienen los jugadores, el juego, la técnica, y el impulso para pasar a la final. Es la mejor época de la selección española, y no querrán que eso quede solo en palabras y en los títulos anteriores, así que buscarán mucho más.

Diferente es la historia de Portugal, un equipo que tiene mucho y poco a su favor. Su actuación ha ido de menos a más a lo largo de esta edición de la Eurocopa. Muestran un fútbol rápido, aprovechando las bandas, así como la movilidad y habilidades de sus laterales para armar las jugadas que terminan en los botines de Cristiano o de Nani. Son muy organizados dentro del campo, y tienen una defensa solvente y sólida.

Todos los ojos, tanto de críticos como fanáticos, están en el astro portugués, quien ha sido determinante en las actuaciones de su selección. Los tres goles que ha marcado CR7 en los últimos dos partidos de su equipo, hacen que todo el peso recaiga en su figura.

Los antecedentes y las estadísticas, aunque no cuentan en el terreno de juego, siempre entran en partido. Recordemos que la última vez que estas dos selecciones se vieron las caras, Portugal se llevó la victoria con un contundente 4 a 0; aunque España, que busca llegar a su tercera final consecutiva, nunca ha perdido una semifinal europea. De igual forma, los números le favorecen a los de Vicente Del Bosque, quienes tienen 16 victorias sobre el equipo luso, con 12 empates y 6 derrotas.

Cada partido cuenta una historia diferente. Mañana, veremos una batalla campal en Ucrania. Españoles y portugueses se juegan la vida, el honor y el pase a la gran final del tan codiciado torneo europeo.

Esperaremos entonces para vivir las nuevas páginas de este mundo llamado fútbol, las cuales se escribirán cuando el árbitro principal de el pitazo inicial.

lunes, 18 de junio de 2012

Miami hace respetar la casa y se calienta la final

La serie empatada a uno entre Miami y Oklahoma llegó a la calurosa Florida. Con la pequeña ventaja moral de haber robado un partido como visitante, el Heat recibía en el AmericanAirlines Arena al Thunder, quienes anoche se enfrentaron en el tercer partido de la Final de la NBA. Ambos equipos centrados en dar el golpe y ponerse arriba en la lucha por titularse campeones de la liga.

Y fueron los de casa, quienes terminaron dando el puntazo final. Miami se fue arriba 2 – 1 en esta electrizante final. Los dirigidos por Erik Spoelstra, ganaron el tercer encuentro de la serie con marcador de 91 – 85.

¿La fórmula mágica de Miami? La defesa. Un partido donde tuvo mucha influencia la marca y la actuación de los 5 en cancha cuando no tenían el balón. En los momentos en que la ofensiva liderada por James, Wade y Bosh fallaba con pérdidas en la posesión o desaciertos en los tiros de campo, lograron reivindicarse haciendo fallar al contrario, cubriendo los espacios y dejando sin ideas al equipo de Kevin Durant.

Marcando de manera escalonada al Thunder, los del Heat lograron evitar penetraciones fáciles de Durant, Westbrook y Harden. Pesaron más las fallas de Oklahoma en la defensa que los errores en el ataque del equipo local, y en los momentos de flaqueza de los visitantes, Miami aprovechó para anotar los puntos necesarios, y mantenerse arriba en el marcador.

A falta de pocos minutos para el final, cuando perdían por 7, el Big Three anotó los 15 puntos finales de Miami, logrando dar vuelta a la pizarra y así concretar el triunfo.

Los jóvenes integrantes del Thunder, tienen todo para llevarse la serie y el campeonato. Sin embargo, es esa juventud e inexperiencia lo que puede poner en riesgo su oportunidad de titularse. Esto se refleja en las faltas, casi tontas, cometidas por Kevin Durant, quien en los últimos dos partidos ha llegado a tener 5 o más faltas personales. de igual forma, las ganas de emerger como héroe de Westbrook. Pérdidas de balón que resultaron de la poca concentración en el momento que se vivía en el partido, y de una gran marca que impuso Miami al momento de evitar los puntos del OKC.

¿Puede entonces, la novatada, pasarle factura al equipo azul? Totalmente. No es falta de ganas, porque el Thunder tiene la mira en el triunfo, en el trofeo. No es falta de talento, pues por algo quedaron como el segundo mejor equipo en la temporada regular, detrás de los San Antonio Spurs, a quienes eliminaron en la final de conferencia; pero la frescura e inmadurez de este equipo puede no ser un aliado en esta final, que se juegan frente a un  Miami Heat que quiere disipar los rumores y dejar claro al mundo que son los mejores de la NBA.

Partido en numeritos

Por Miami, LeBron James llevó la batuta en la ofensiva, y cerró la noche con una gran actuación de 29 puntos y 14 rebotes, seguido por Wade que aportó unos importantes 25 tantos, 7 rebotes e igual cantidad de  asistencias, y Chris Bosh colaboró con 10 puntos, 11 rebotes y 2 bloqueos.

En tanto, por parte del Thunder,  la estrella Kevin Durant encestó 25 unidades, el chico rebelde Rusell Westbrook se quedó en 19 tantos y el gigante Kendrick Perkins tuvo 10 puntos.

Algo es seguro. Los tres grandes de Miami no fueron los salvadores del equipo en el partido de anoche. La gran defensa del Heat les llevó a quedarse con la victoria, y con la importante ventaja en la serie.

Definitivamente, para ganar en esta final y llevarse el añillo que los deja como los mejores de la liga, hay que arriesgar y darlo todo.

No hay un ganador aun. ¡La final está que arde!

martes, 5 de junio de 2012

Una misión más que cumplida

Se sentía en el equipo, en el aire que se respiraba. Y en especial, en las más de 28 millones de almas, que unidas en un solo sentimiento, nos aferramos en la ilusión y en lo que significa ese color que representa a nuestra Venezuela. La Vinotinto fue a Montevideo con un objetivo claro: lograr puntuar en uno de los campos de fútbol más difíciles del mundo, contra la mejor selección de América.

Bajo esa premisa, los dirigidos por el seleccionador nacional, César Farías, salieron al terreno de juego con la seguridad y el aplomo necesario para encarar un encuentro que los acercaba más a la meta.

Llegó el pitazo inicial. Un primer tiempo bastante trabado en lo futbolístico. Ambos equipos salieron con respeto, pero sin regalar nada. En cancha, se vio una nueva batalla táctica entre el profesor Tabárez y Farías.

Los pocos intentos de llegada de los delanteros uruguayos a la arquería defendida por Renny Vega, fueron contenidos por la defensa criolla, comandada por Oswaldo Vizcarrondo y Fernando Amorebieta. Un Giácomo Di Giorgi que, antes del partido, había sido el blanco de muchas críticas, pero que dentro de la cancha corrió cada balón, y fue fundamental en el complemento defensivo del juego planteado por la selección venezolana.

Se terminaba la primera mitad, y ninguno de los equipos cambiaba la forma del partido. Creímos que las cosas se irían igualadas a cero para el descanso. No fue así. No contábamos con la astucia de quien fuera nombrado el Mejor jugador de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010. Un pase casi a la perfección por parte de Álvaro Pereira y una desatención en la línea defensiva de Venezuela, permitió al delantero Diego Forlán poner arriba al equipo charrúa un gol por cero.

Sin demostración alguna de gran fútbol, Uruguay ganaba a Venezuela. Caras largas en el cuerpo técnico de nuestra Vinotinto, pero en el campo, los once jugadores que defienden la camiseta nacional no bajaron la intensidad, ni las ganas. Con eso en mente, salieron a buscar el partido en el segundo tiempo.

Ya en el complemento, Venezuela salió con la actitud y la cabeza puesta en llevarse el encuentro. Asumieron el protagonismo, y futbolísticamente fueron mucho más que los uruguayos. Luis Manuel Seijas y el eterno capitán Juan Arango mostraron más participación y precisión en los tres cuartos de cancha del terreno charrúa, aprovechando los espacios que permitían los jugadores de La celeste, y Tomás Rincón fue creciendo en la cancha para ser fundamental dentro del manejo de los tiempos y la recuperación del balón en el medio campo.

Una jugada a balón parado por parte de Uruguay casi sentencia el partido, luego de un potente remate de cabeza de Diego Lugano, que detuvo perfectamente el portero venezolano Renny Vega. Y casi de forma inmediata, contuvo un disparo a puerta de Edinson Cavani. Se salvaba entonces La Vinotinto.

Salomón Rondón tuvo una gran oportunidad de poner el empate en el marcador, con un cabezazo que se fue ligeramente desviado hacia la línea final del campo. Pasaban los minutos, y Venezuela seguía creciendo en el ataque y las llegadas.  

Tras los cambios realizados por Farías, y la entrada tanto de Nicolás Fedor como de Yohandry Orozco, Venezuela seguía comandando el encuentro.

Al minuto 83, un pase de Orozco a Luis Manuel Seijas, terminó por abrir espacios en el medio campo, para entregarle el balón a Juan Arango, quien puso un centro perfecto al corazón del área, para que Rondón se encontrara nuevamente frente al arco de Uruguay, y esta vez le ganara la lucha a los centrales de la celeste. Un gran remate del delantero venezolano, que apenas se desvió en Diego Godín, terminó en el fondo de la red. Celebración en el estadio y en toda Venezuela.

Después de todo un partido luchando y sudando la camiseta, La Vinotinto logró el tan esperado empate. Se hacía justicia en el marcador, y la selección estaba empatando nuevamente con Uruguay en el suelo del Centenario. Primera vez en la historia que un equipo empata tres veces consecutivas al equipo charrúa en su propio patio.

Pitazo final. Venezuela cumplió el objetivo y se llevó en el bolsillo un punto de oro, plata, bronce y diamante. Un punto que le permite a todo un país seguir ilusionado. Un punto valiosísimo en este largo camino que nos toca recorrer, donde todos tenemos las esperanzas puestas en ver a nuestra selección jugando su primer mundial.

Venezuela es Vinotinto. Estamos listos para alentar a nuestros jugadores, dentro y fuera de la cancha. La próxima parada será este sábado 09 de junio, en Puerto la Cruz, cuando nos toque enfrentar a la selección de Chile.

Como buenos venezolanos no queremos perdernos el viaje, el recorrido. Brasil está cerquita. Es nuestro momento, es el momento de La Vinotinto. Y este sueño de ser mundialistas cada vez se hace más real.