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lunes, 12 de mayo de 2014

No hay cancha pa' tanta gente

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La venezolanidad. Si hay algo que tenemos bien definido es eso. Para nosotros, no hay nada que no se pueda. Si no sabemos algo, lo inventamos, y si no hay espacio, cualquier huequito sirve porque creemos que -en ocasiones- "mientras mas mejor". Somos los embajadores del Entre, que caben cien.

Sin embargo, esta máxima no puede aplicarse en todos los aspectos de la vida, en especial si no se está preparado para ello. En el fútbol pasa igual, y cuando de falta de preparacion se habla, la FVF ya entra como gran referente en la materia.

Para nadie es secreto que fútbol en Venezuela es un karma, resultado de una serie de desaciertos, de improvisaciones llevadas a la práctica, que se ha desarrollado con todas las taras posibles, bajo la mirada cómplice de federativos, dueños de equipos, gobernantes, y por supuesto, el aval del artífice mayor, su majestad Rafael Esquivel.

En materia de infraestructura no se queda atrás. Luego de la Copa América celebrada en nuestras tierras, quedaron algunos estadios que hoy sirven de morada para los equipos que hacen vida en el fútbol nacional, tanto de primera división como de las otras categorías. Algunos corren con la suerte de tener un recinto decente, donde jugar no representa un dolor de cabeza. No es el caso de Caracas.

La capital de la Republica -y hago énfasis a propósito- cuenta únicamente con dos locaciones: El Olímpico de la UCV, y el Brígido Iriarte.

Mucho se ha dicho de estas plazas. ¡Y con razon! Practicar cualquier deporte en estos lugares representa un riesgo enorme para los jugadores. Son terrenos en condiciones paupérrimas, que semana tras semana, debido a las condiciones del clima caraqueño y el frecuente uso, van mermando.

Recordemos que el Olímpico es una plaza universitaria, ergo, no sólo se juega fútbol de primera división en la misma. Los equipos que hacen vida en la Universidad Central de Venezuela también utilizan -por obvias rezones- las instalaciones de este estadio. Es esta la casa del Caracas Futbol Club y del Deportivo Petare. Por su parte, Deportivo La Guaira y el Atlético Venezuela tienen como casa el Brígido Iriarte.

Las quejas van y vienen, pues las pésimas condiciones de ambos terrenos son obvias, dificultando así el buen desarrollo del juego.

Ahora… el punto no es sólo ese. Usted y yo, que seguimos la movida del balompié nacional, sabemos que en el presente cierre de temporada, ningún equipo de la capital está en puestos de descenso. También sabemos que, en el torneo de segunda, el equipo de Metropolitanos FC esta cerca de ascender a la primera división. ¿Saben cual es la casa de "los violeta"? Exacto: El Brígido.

Matemática básica. De lograr la claseficación, Metropolotanos se convertiría en el quinto equipo capitalino en la categoría mayor del fútbol nacional. ¡Serían CINCO equipos! Lo del calendario será una locura -cosa ya habitual- pero ya las pésimas infraestructuras de Caracas no parecen aguantar más, además del riesgo que representa y que hablamos con anterioridad.

Aquí, señores, no hay cancha pa' tanta gente. No caben cien, no entran más. Es que no hay espacio ni para los que ya están, que sufren las consecuencias de la falta de organización y seriedad de la bodega de Sabana Grande, y del desconocimiento -o desinterés- tanto de los dueños de equipos, como de federativos y gobernantes, quienes tienen desde hace tiempo sus manos metidas en este negocio llamado fútbol. 

Muchos tienen sus esperanzas puestas en el Parque Hugo Chavez, donde, según los planos, se construirá un nuevo estadio para Caracas.

De esperanzas se vive, dicen.

Cuando terminen el CAR, ese que tiene 10 años en construcción, hablamos.

Supongo que, mientras tanto, toca eso de #Resistencia.