Vistas de página en total

miércoles, 4 de julio de 2012

El sueño olímpico de los herederos de los “Héroes de Portland”

Corría el año 1992, cuando la selección venezolana de baloncesto se hizo presente en unos Juegos Olímpicos. En aquella ocasión, Barcelona fue el lugar donde los llamados Héroes de Portland, con el tricolor criollo en el pecho, buscaban seguir haciendo historia y colgarse una medalla olímpica para seguir ampliando el palmarés de nuestro equipo.

Hoy, 20 años después de aquella hazaña, los rostros de los protagonistas han cambiado, pero el sueño de ganar una presea olímpica sigue en pie. La Vinotinto buscaba en casa el boleto que los regresara a la cita deportiva más importante del mundo.

Un equipo joven, con muchas ganas de triunfar. Venezuela llegó al Preolímpico que se celebra en la ciudad de Caracas con las esperanzas de toda una nación, y con la mira puesta en Londres. Sin embargo, el sueño se vio truncado en menos de 24 horas, y con un solo protagonista: la selección de Lituania.

La noche del martes, los europeos, amplísimos favoritos en el grupo de Venezuela y en el torneo, derrotaron a la selección de casa, con marcador de 100 – 82, que dejó claro la superioridad en el juego de los ex soviéticos.

Aun cuando la diferencia fue por 18 puntos, los venezolanos nunca bajaron la guardia, lucharon sin parar hasta el último segundo, de la mano de Greivis Vásquez, quien comandó la ofensiva criolla con 24 unidades, así como la gran actuación de Oscar Torres, Gregory Echenique, y Héctor “Pepito” Romero.

Lo intentaron por todos los medios, pero nuestros muchachos se llenaron de faltas en la primera mitad del partido, incurrieron en varias pérdidas de balón que terminaron pasando factura, y fallos en lanzamientos que, parecían fáciles, pero que simplemente no terminaron de traducirse en puntos. Por otro lado, los lituanos dieron una clase magistral de baloncesto. Excelente ejecución de los fundamentos básicos, así como gran movimiento del esférico, empleando jugadas preparadas que fueron orquestadas a la perfección.

Llego el miércoles y la Vinotinto, expectante, esperaba por el resultado del partido que enfrentaba a Lituania con Nigeria (a quien Venezuela venció en el debut del torneo). 

Para que nuestra selección pudiese clasificar a la instancia de cuartos de final, Lituania debía ganar su compromiso ante los nigerianos. En los papeles, parecía que estábamos con un pie en la segunda fase del torneo. No obstante, Nigeria dio la sorpresa, y se impuso categóricamente a su rival con marcador de 86 a 80. Con ese resultado, la selección nacional de baloncesto quedaba eliminada de la competición. Una vez más, los Juegos Olímpicos se realizarán, y los basquetbolistas venezolanos no estarán para representar al país.

Dolorosa eliminación. Las derrotas siempre duelen y son difíciles de asimilar, pero el sueño no ha muerto. Las ganas de luchar nuevamente por el oro olímpico están intactas. Son muchas las cosas que debemos mejorar, y el trabajo seguirá realizándose. Tenemos un equipo acoplado, fuerte, mentalmente preparado para cosas grandes.

Herederos de una historia llena de emoción, de gritos eufóricos, de esperanzas, pero sobre todas las cosas, de amor a la camiseta. Una renovada selección de baloncesto, que estoy segura, está lista para abrazar las anécdotas y los recuerdos del pasado, con lápiz y papel en mano para escribir sus propias letras, una nueva historia… Una que lleve el color de nuestra pasión: Vinotinto.

Río de Janeiro, nos vemos en el 2016.

1 comentario:

  1. Qué chimbo! :-(

    (la derrota, no el post, que como siempre, está EXCELENTE!)

    ResponderEliminar