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viernes, 15 de marzo de 2013

Si no fue un fracaso, ¿entonces qué fue?


Nadie. Ni el fanático de las quinielas más temerario o alocado, imaginó que el equipo de Venezuela quedaría eliminado del Clásico Mundial de Béisbol 2013 en la primera ronda. Es que, decirlo a estas alturas de la competencia, sigue siendo sorprendente.

Muchos han sido los estudios y análisis, para lograr explicar una simple pregunta: ¿Qué pasó?

Pues bien. Lo que pasó, aunque nos tomó fuera de base, es muy sencillo y no tiene mayor complicación. El bateo simplemente no respondió. Es que, si no se tiene una ofensiva oportuna, no puede pretenderse ganar un juego. Mucho menos un campeonato. Tan fácil como sumar 2 + 2, ¿no?

Con un line up como el nuestro, con nombres como Miguel Cabrera, Pablo Sandoval, Carlos González, Marco Scutaro y pare usted de contar, puede entenderse la conmoción, la sorpresa, la decepción entre los que amamos el béisbol, y que veíamos a Venezuela llegar a la final del Clásico. 

Es que, hasta los jugadores de la selección estaban conscientes de lo sucedido, admitiendo que el problema fue la falta de bateo oportuno. En palabras de ellos “el trabajo no se hizo”, convirtiendo esta experiencia en uno de los peores episodios de la carrera de la mayoría de los vinotintos que fueron a San Juan y salieron con las manos vacías.

Entonces, si todo eso está más claro que las playas de Los Roques, ¿en qué estaba pensando Edwin Zerpa cuando dijo no una, sino dos veces, que la actuación del equipo venezolano no fue un fracaso?

Con el perdón de los ustedes, mis queridos conocidos y por conocer, pero hay que tener la cara muy lavada para sentarse frente a un micrófono a decir que lo de Venezuela en este Clásico Mundial no ha sido un fracaso.

Eso, además de ser una enorme incongruencia, es no tener respeto por el  fanático, medios de comunicación, por los muchos o pocos conocimientos que tengamos sobre el béisbol. Ya seas el mayor conocedor de la pelota o no, todos sabemos que no hay mejor palabra para describir lo ocurrido con la Vinotinto de béisbol que esa. Un fracaso. Duele, es verdad, pero no por eso deja de ser cierto.

Nadie pone en duda que todo el cuerpo técnico y los peloteros hayan dado lo mejor, para tratar de conseguir los resultados. No se trata de las ganas que hayan tenido, no se trata del amor a la camisa. Ese no es el punto. Las ganas siempre están. Aun no he conocido un equipo o un jugador que entre al terreno de juego queriendo perder.

Sin embargo, las cosas no se le dieron a Venezuela, y hay que asumir responsabilidades. Si lo hicieron los grandes protagonistas de la selección, ¿por qué no lo hace el Presidente de la Federación Venezolana de Béisbol?

Son muchas las cosas que se deben revisar. La salida de Sojo como manager era inminente. Se agradecen las cosas buenas, pero los cambios nunca sobran. Zerpa, en mi opinión, debe dar el paso a un lado, y dejar que nuevas mentes, con ideas frescas, manejen a la Federación.

Quedan cuatro años para que la Vinotinto busque reivindicarse. Para lograrlo, hay que empezar por las pequeñas cosas, que deben hacerse lo antes posible. Las declaraciones de Edwin Zerpa dejan en evidencia que dejó de ser el más indicado para ocupar el cargo.

Se puede tratar de eludir la realidad o afrontarla con los guantes puestos. Se puede digerir lo que pasó conscientes de los errores cometidos y buscar las mejoras en todos los niveles, desde la presidencia de la Federación como de los peloteros.

A los ojos quien está tras estas letras, tan grande fue el fracaso de la Vinotinto en el Clásico Mundial de Béisbol como las palabras del máximo representante de la FVB.

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