No
importa lo que hagamos. Nada es más inclemente y duro que el paso del tiempo.
No distingue edad, color, credo ni profesión. Pasa tan lento y tan rápido que
es difícil darse cuenta de cuánto ha transcurrido hasta que quizás es muy tarde
como para remediarlo, para hacer algo al respecto.
Crecer
suele ser algo doloroso. Hermoso, sí… pero doloroso. Y en el mundo del deporte,
el paso del tiempo pasa facturas que no deseamos ver, pero que están presentes.
No se pueden evadir.
En
la temporada 2013 de las Grandes Ligas, el equipo de los Yankees de Nueva York
vio plagada su nómina de peloteros lesionados. Desde A-Rod, pasando por Francisco Cervelli, hasta el mismo Curtis
Granderson. Sin embargo, una de las bajas más sensibles para los Bombarderos del Bronx, es sin duda la de
su capitán, Derek Jeter, por el peso que tiene sobre sus hombros, la historia
que lo acompaña, lo que representa para un equipo tan emblemático como New
York, fue un golpe duro para el equipo de la Gran Manzana y su
afición.
El
eterno #2 de los Yankees, quien sufrió una fractura en su tobillo el pasado 13
de octubre y fue sometido a una cirugía, se vio forzado a ver los juegos de su
equipo desde casa. Su debut en la presente campaña fue pospuesto hasta la noche
del jueves, cuando después de muchos meses de espera y rehabilitación, Jeter
hizo acto de presencia en el Line up
de los mulos del Bronx por primera
vez en la actual campaña del mejor béisbol del mundo.
Todos
los ojos del mundo: fanáticos, analistas deportivos, reporteros, amigos y hasta
desconocidos de la pelota estaban puestos en el retorno del capitán. ¿Su
entrada? Magistral, como sólo él sabe hacerlo. Un imparable tras ver el primer
lanzamiento ante los Kansa City Royals, dejaba en evidencia que el
experimentado pelotero llegaba para quedarse. O así creíamos.
En
el octavo inning, Jeter fue reemplazado por presentar lo que al principio se
diagnosticó como tensión muscular. El capitán volvía a prender las alarmas.
El
viernes en la mañana, Brian Cashman informó que tras el debut de 8 innings y
una ronda de resonancia magnética, Derek Jeter presenta un tirón de primer
grado en el cuádriceps derecho y no verá acción sino hasta después del Juego de
las Estrellas, y dependiendo de su evolución.
Al
grandeliga de 39 años, lleno de determinación, de lucha y fuerza, quien siempre
está mentalmente listo para el juego, su cuerpo puede estar informando que
mente y cuerpo deben estar en sintonía antes de entrar al terreno de juego.
¿Fue apresurado el debut de Jeter? Recordemos que sólo vio acción en cuatro
juegos de “rehabilitación” antes de retornar a la alineación estelar de los
Yankees.
La
carrera de Derek ha estado plagada de gloria, un desempeño increíble, y un
camino directo al Salón de la
Fama en Cooperstown, pero la edad no perdona. Hablamos de
alguien que ha estado en alta competición desde hace 18 años, cuando debutó en
la gran carpa.
Y
ojo. Con esto no digo que se acerca su retiro, o que es menos efectivo ahora
que cuenta con 39 años de vida. Es uno de los mejores peloteros de la historia
y en eso no hay duda, pero no es descabellado analizar que su cuerpo puede
estar mandando señales del paso inclemente del tiempo, lo que debe ser atendido
no sólo por el jugador sino por el cuerpo técnico de los New York Yankees.
Sé
que aun queda mucho por ver de Derek Jeter en las Grandes Ligas. Esperemos que
esta nueva lesión evolucione favorablemente, y sea un alerta importante para
empezar a entender que el brillante capitán también es un ser humano víctima
del odioso e implacable paso del tiempo.
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