La hora le llegó al equipo
de Valencia. El José Bernardo Pérez fue el escenario donde los Navegantes de
Magallanes brillaron nuevamente, y tras once años de fracasos, se erigieron
como los monarcas absolutos de la liga de béisbol profesional de Venezuela.
En un encuentro que
desbordó emociones y nervios, donde los cuadrangulares fueron los grandes protagonistas,
los turcos vencieron a domicilio a unos aguerridos Cardenales de Lara, con
pizarra final de 11 carreras por 9, para conseguir su título número once en la
pelota criolla.
Tras llegar empatados en
la serie, con 3 jugos para cada uno, ambas toleterías buscaban quedarse con el
bonito.
Un séptimo encuentro que
cumplió con lo que, en los papeles, se creía que iba a ser esta final, pues la
ofensiva de ambas novenas repartió batazos a granel para lograr la victoria.
Los cuadrangulares no se
hicieron esperar, y en el propio primer inning, Luis Jiménez y Endy Chávez la
sacaron del parque para prender la fiesta de batazos en Valencia.
A ellos, se les unió
Carlos Maldonado, Juan Rivera, el Kung Fu
Panda Pablo Sandoval y Héctor Giménez, quienes despacharon enormes
cuadrangulares para la causa turca, y así encaminaron el rumbo de la Nave al
puerto de los campeones.
Un total de ocho
vuelacercas se vieron anoche en el terreno del José Bernardo Pérez, dejando
claro que en esta final la ofensiva sería clave para conquistar el título.
Méritos para la actuación
formidable de los Cardenales de Lara, quienes nunca bajaron los brazos, y
apostaron por darlo todo hasta el último inning. Nadie creyó que llegarían
hasta la final, y lograron darle la batalla de tú a tú contra un equipo que
contó con una nómina repleta de big
leaguers. Los guaros no compraron
nombres, y parte de lo magnífico de esta final fue gracias a ellos.
Un reconocimiento y toda la admiración al esfuerzo de Pablo Sandoval, quien contra
todo pronóstico y por encima de los acuerdos invernales, dejando a un lado el
freno que puede poner un equipo de grandes ligas a sus peloteros, logró el
permiso de los Gigantes de San Francisco para batallar con Magallanes hasta el
final, demostrando que el amor por la camisa tiene el mismo valor que los
contratos en el extranjero.
Además, Pablo saldó la
deuda que tenía con la afición turca, y se alzó con el premio al Jugador Más
Valioso de manera unánime, igualando la hazaña que consiguió en el Clásico de
Otoño con los Gigantes.
Fueron once años de sequías que llegaron a su fin la noche del 30 de enero de 2013. Once años los que tuvo que esperar la afición magallanera para celebrar la victoria.
Atrás quedó el amargo
sabor de boca que, hace dos años, dejó la última final disputada por el equipo
de Valencia en el Béisbol Profesional Venezolano. Aquella derrota contra el
eterno rival en siete juegos dejaba en los hombros de estos peloteros el peso de entregarle a los fanáticos un título de la pelota local. Y los
turcos estuvieron a la altura de las circunstancias, para así quedarse con el
campeonato de la liga 2012-2013.
Desde este rincón del
mundo, celebro la victoria de la Nave (¡como buena magallanera!), pero en
especial, aplaudo de pie el gran campeonato del que fuimos testigos. Una
temporada impecable.
Ahora, el reto es
Hermosillo. ¡Leven anclas y que se fije el rumbo a la Serie del Caribe!
P.D:
Dedicado especialmente para ti, Roble. En mi mente, celebrando este nuevo triunfo
contigo. ¡Salud, abuelo!