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jueves, 31 de enero de 2013

¡La Nave no dejó para nadie!


La hora le llegó al equipo de Valencia. El José Bernardo Pérez fue el escenario donde los Navegantes de Magallanes brillaron nuevamente, y tras once años de fracasos, se erigieron como los monarcas absolutos de la liga de béisbol profesional de Venezuela.

En un encuentro que desbordó emociones y nervios, donde los cuadrangulares fueron los grandes protagonistas, los turcos vencieron a domicilio a unos aguerridos Cardenales de Lara, con pizarra final de 11 carreras por 9, para conseguir su título número once en la pelota criolla.

Tras llegar empatados en la serie, con 3 jugos para cada uno, ambas toleterías buscaban quedarse con el bonito.

Un séptimo encuentro que cumplió con lo que, en los papeles, se creía que iba a ser esta final, pues la ofensiva de ambas novenas repartió batazos a granel para lograr la victoria.

Los cuadrangulares no se hicieron esperar, y en el propio primer inning, Luis Jiménez y Endy Chávez la sacaron del parque para prender la fiesta de batazos en Valencia.

A ellos, se les unió Carlos Maldonado, Juan Rivera, el Kung Fu Panda Pablo Sandoval y Héctor Giménez, quienes despacharon enormes cuadrangulares para la causa turca, y así encaminaron el rumbo de la Nave al puerto de los campeones.

Un total de ocho vuelacercas se vieron anoche en el terreno del José Bernardo Pérez, dejando claro que en esta final la ofensiva sería clave para conquistar el título.

Méritos para la actuación formidable de los Cardenales de Lara, quienes nunca bajaron los brazos, y apostaron por darlo todo hasta el último inning. Nadie creyó que llegarían hasta la final, y lograron darle la batalla de tú a tú contra un equipo que contó con una nómina repleta de big leaguers. Los guaros no compraron nombres, y parte de lo magnífico de esta final fue gracias a ellos.

Un reconocimiento y toda la admiración al esfuerzo de Pablo Sandoval, quien contra todo pronóstico y por encima de los acuerdos invernales, dejando a un lado el freno que puede poner un equipo de grandes ligas a sus peloteros, logró el permiso de los Gigantes de San Francisco para batallar con Magallanes hasta el final, demostrando que el amor por la camisa tiene el mismo valor que los contratos en el extranjero.

Además, Pablo saldó la deuda que tenía con la afición turca, y se alzó con el premio al Jugador Más Valioso de manera unánime, igualando la hazaña que consiguió en el Clásico de Otoño con los Gigantes.

Fueron once años de sequías que llegaron a su fin la noche del 30 de enero de 2013. Once años los que tuvo que esperar la afición magallanera para celebrar la victoria.

Atrás quedó el amargo sabor de boca que, hace dos años, dejó la última final disputada por el equipo de Valencia en el Béisbol Profesional Venezolano. Aquella derrota contra el eterno rival en siete juegos dejaba en los hombros de estos peloteros el peso de entregarle a los fanáticos un título de la pelota local. Y los turcos estuvieron a la altura de las circunstancias, para así quedarse con el campeonato de la liga 2012-2013.

Desde este rincón del mundo, celebro la victoria de la Nave (¡como buena magallanera!), pero en especial, aplaudo de pie el gran campeonato del que fuimos testigos. Una temporada impecable.

Ahora, el reto es Hermosillo. ¡Leven anclas y que se fije el rumbo a la Serie del Caribe!

P.D: Dedicado especialmente para ti, Roble. En mi mente, celebrando este nuevo triunfo contigo. ¡Salud, abuelo!

4 comentarios:

  1. Excelente y felicidades por el triunfo de tu equipo! Me encantó eso de que el Panda Sandoval, valorara la camiseta del equipo en Venezuela, tanto como la de su equipo en Grandes Ligas!
    Como siempre, un lindo escrito y un lujo de corazón deportivo!

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  2. Gracias por partida doble jajajaja. Sí, lo de Saldoval de verdad es una lección para muchos. ¡Un abrazo, mi bella! Y gracias por esas lindas palabras.

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