Por Maiskell Sánchez @maiskell
Hay una canción que
dice así:
Rata inmunda
animal rastrero
escoria de la vida
adefesio mal hecho
Infrahumano
espectro del infierno
maldita sabandija
cuanto daño me has hecho…
animal rastrero
escoria de la vida
adefesio mal hecho
Infrahumano
espectro del infierno
maldita sabandija
cuanto daño me has hecho…
Nunca había
escuchado esa canción hasta un día que haciendo una sesión de fotos, el personaje
que estaba fotografiando, la cantó y me pareció ¡genial!
Lo divertido es que
no esperas que ella te cante esa canción. Ella es elegante, serena, de pocas
palabras y de mucho trabajo. No imaginas que Paquita la del Barrio haya calado
en su gusto musical. La realidad es que su formación multicultural, le hizo
tener una amiga mexicana que se la enseñó y ella disfrutó de ese aprendizaje.
El día que la
conocí, lo primero que me sorprendió es el trabajo muscular que tiene. Me dijo
que era genético y entonces pensé que mi abuela y mi tatarabuela han debido
ser, por lo menos primas de Hércules.
Luego veo que lleva
un guante con una raya azul, que combina con el short y la visera que tapa casi
todo su rostro. Maquillaje cero. Es una salida al campo entre amigos, sin
embargo, está concentrada como si se tratara del juego de su vida. Le tomo una
foto directo al rostro mientras me dice: “…me han contado que haces muy buenas
fotos... “ Sonrío y por dentro pienso -estas me quedaron malísimas- solo atino a decir: deberíamos hacer unas
fotos en serio.
Es flaca,
flaquísima. No conozco a nadie que tenga su bronceado. Ese día, ella va a jugar
golf con cuatro amigos. Ella sola. Ellos con ella. Debe jugar bien. ¿le va a
dar a la pelota duro? -pienso. Cuando le da a la pelota no hay diferencia entre
ellos. Corrijo, lo hace mejor que casi todos ellos. Juega y lo hace en serio.
No atino a calcular qué edad tiene. Habla poco. Siempre sonríe.
Me entero después,
que es la única mujer venezolana en este momento que está en el Ladies Professional Golf Association, (LPGA)
organización norteamericana para golfistas profesionales femeninas. Con ella, son
tres las venezolanas que han estado allí.
Verónica Felibert juega
golf en serio. Para mi que he “jugado” (traduzca: pegado pelotas) golf de
comiquitas, lo que ella hace es muy en serio. Y es de esas personas que pudo
con dos carreras; ya que aparte de golfista profesional, se graduó en Negocios
en la Universidad de Southern California, que estudió ahí con el ánimo de
elevar su juego porque jugó desde pequeña, que ha ganado torneos desde que era
amateur, que ha jugado en la PGA midiéndose con puros hombres, porque tiene el
toque para hacerlo, que de seguro se cepillaba los dientes antes de dormir
cuando era chiquita y que no ganó en el kinder un torneo de golf porque de
pronto el niño jesús no le regaló unos palos.
Mi sorpresa es
mayúscula cuando al año, recibo la llamada para hacer fotos de Verónica
Felibert. Pauto la sesión según la fecha en la cual ella va a estar en
Venezuela. Viene a un encuentro Venezuela-España y hará dupla con Jhonattan
Vegas, para enfrentar al equipo español que lo encabezan Sergio García y
Carlota Ciganda, entre otros jugadores.
La veo jugar un
Pro-Am, juego entre profesionales y amateurs, que muchas veces precede a un
torneo. Salgo con ella para hacerle fotos en el campo y con dos señores más que
juegan de forma no profesional, y a quienes vi confiados al momento de salir en
el hoyo uno. Cuando vamos como por el tercer hoyo, uno de ellos, que es muy
divertido me dice: ella juega bien, ¿tú sabes dónde juega? Sí –le contesto.
Juega en el LPGA. Creo que la mandíbula del señor llegó al piso en un instante
y me dice: nosotros lo que estamos
haciendo ¡es el ridículo!
Luego siguió la
competición entre Venezuela y España. El torneo terminó con la Copa en manos de
los españoles, no estaba feliz de los resultados porque en Venezuela tenemos
excelentes jugadores, pero si tenía muchas fotos y un par de días llenos de
diversión.
Ella realmente se
gozó competir en su país de una forma relajada, pero es que casi puedo asegurar
que tendría el mismo temple si jugara con ¡Bubba Watson! De hecho, en Julio de
este año, se midió a las mejores del mundo en su quinto torneo desde que está
en el LPGA. Para que se hagan una idea, su posición era la 723 en el ranking
mundial para el momento del torneo en Arkansas y lideró el torneo viernes y
sábado. Le faltó poco para ganar, llegó al cuarto lugar y le regalaron una
cantada de cumpleaños feliz en el hoyo 17 que fue vista en todo el mundo. Ese
torneo lo ganó Ai Miyazato, pero Verónica nos puso en el mapa del golf femenino
actual y ganó algo más, que veremos en los próximos tiempos.
Ya para el tercer
día tocaba la sesión de fotos fuera del campo. Lo hizo maravilloso.
Ella es una
profesional del golf, pero debo decir que es una profesional en psiquiatría
para zancudos si se lo propone, porque tiene tres elementos que la hacen
brillar siempre; su disciplina, disposición y su entusiasmo. Además cuenta con
un extraordinario buen humor, que es hasta capaz de salir conmigo un día a
jugar al campo y tengan por seguro que le voy a pedir que cante la canción de
Paquita la del Barrio.
Copyright © Maiskell Sánchez 2012
Mi flakis.... Sin palabras!!! Te estas convirtiendo en una lectura obligatoria, a comerse el mundo eh!
ResponderEliminarTe quiero un montón mi flakis, ando volando "literalmente" con tus publicaciones. En un abrir y cerrar de ojos cruce el atlántico y me fuí hasta el campo de golf. Felicidades!!!
Flakis...!!! Que te pasaste... Estas volando alto comote el mundo eh...
ResponderEliminarCada escrito esta mejor que el otro, volé "literalmente" en un abrir y cerrar de ojos cruce el Atlántico me disfrute del juego, de papelón de los panas que jugaban con esa Leona y regrese a casa para ir a dormir.
Es que te pasas... Te Felicito mi Flaka.
Gracias querido Frank! Que bueno hacerte sentir cerquita de aquí! Lindas y generosas palabras!
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